La
gente sabe que los finales no existen aunque de alguna forma tenemos la
necesidad de dar fin, cierre a los ciclos personales o colectivos, nos
refugiamos en el ritual, en las acciones significativas, en los regalos, en las
cartas, en las despedidas. Nos alejamos de la gente geográficamente o
emocionalmente con tal de sentir que un final está presente, que algo nuevo
viene, que lo mejor está por venir, que construimos que crearemos cosas mejores
o peores, da igual, sólo cosas distintas.
Cotidianos
de Marinclan agoniza, tal vez nunca fue una buena idea titularlo así, se que es
muy típico de mi carácter, hacer como que las cosas no me importan y mostrarlas
un poco por deporte otro poco por coraje, a veces por capricho, y sin duda a
veces por placer. Sí, ya se, es muy de mi carácter no ser seria, ni mesurada
aún con mi propio dolor, entonces, el blog parecía ser un espacio divertido,
practicaba mi escritura rápida, hablaba de mis sentimientos, hablaba de aquel
hombre a quien yo deseaba tener cerca, construí a partir de la realidad y de
mis proyecciones un espacio para mi, mientras la cotidianidad seguía.
Pero
ahora entre más me desenamoro escribo peor, y con menos frecuencia, siento
desilusión el amor es el que sostiene a la poesía y como ahora nadie se enamora
cada vez hay menos lectores y muchos menos escritores; cada vez menos y
los que hay no buenos.
Las
plumas se secan, las plumas se caen, las plumas andan fracturadas, ya nadie
quiere volar, enamorarse es de mal gusto.
Lectores que sigan la liga, no mal interpreten NO estoy deprimida, sino sólo siento que mi corazón se ha hecho duro como el de una piedra, ya no tengo ganas de hablar de sentimientos adolescentes, me da la gana por el momento no escribir más.
Lectores que sigan la liga, no mal interpreten NO estoy deprimida, sino sólo siento que mi corazón se ha hecho duro como el de una piedra, ya no tengo ganas de hablar de sentimientos adolescentes, me da la gana por el momento no escribir más.
Tengo
otras cosas qué hacer como… las cosas que uno hace cuando viaja, como conocer
gente, comer cosas diferentes, y, y dejar la poesía.
En
fin, no pude sostener a mis personajes, mi pluma no tiene ganas de nada... si
tuviera que hacer un final diría esto b30 se perdió en una playa tropical y
b123 ahora sólo se dedica a relaciones publicas, nada de poesía.
Entonces
nada, no iba a hacer este escrito en forma de epílogo pero tal vez sea
necesario, para uno de mis lectores en especial, que ha insistido en que
termine mis historias, pues eso Claudia acepta que la persona que ella quiere
no la ame, además acepta que ame a alguien más, además reconoce que sobrevive y admite que lo pasa tan bien, entonces reconoce que el amor es también un acto del ego, cuando eso pasa es mejor desenamorarse.
No tengo cabeza para historias.
No tengo cabeza para historias.
Pude
haber escrito algo como un encuentro, pero no tiene caso, los encuentros cibernéticos
están de moda, y la moda, no me gusta… quizá es el desanimo de sentir que a todo sobrevivo,
la fragilidad de mi espíritu es mentira, estoy viva como una roca.