Mc123 está en una estación de metro con una
maleta, la aborda, dentro del vagón, se da cuenta que hay pocos pasajeros, pero
los pasajeros que están abordo la miran con insistencia.
No
dijo nada importante. ¿Por qué me están mirando todos?
No
dijo nada importante. ¿Por qué nos sueñas a todos?
Esto
no es un sueño, estoy a punto de irme.
Sí,
claro, la línea verde te deja justo en la entrada de Valencia
Las
rutas son raras. No voy a analizar exhaustivamente todos los caminos que
recorro.
Entonces,
¿qué te dijo?
¿Quién?
¿¡Quién!?
¿Él?
¿¡Él!?
Ah! b-30.
Sí, b-30.
Dijo
que… quería saber cómo estaba, quería saber cuándo me iba y quería decirme que
me quería y que había pensado en mi por una serie de cosas externas a él y no
por él mismo.
Nada
mal. ¿Contenta?
No.
¿No?
¡No!
¿!No¡?
…
¿Esperabas
algo más?
Siempre
espero algo más, pero a veces sólo obtengo un coro deficiente en el subterráneo
de la ciudad de México.
Ah!
Pues entonces levanta una queja a tu psique o a la cosa que te aconseja,
nosotros fuimos creados por ti.
(Se detiene el metro y se abren las puertas)
¿Qué
pasa?
Baja.
¿Bajo?
(MC123 baja del vagón del metro. La estación
se encuentra solitaria, del otro extremo se encuentra una mesa llena de
credenciales y un hombre que cuida la estación, o cuida la mesa, o sólo está
ahí)
¿b-30?
¿Mc123?
(En ese momento entra una camioneta militar
y dispara. B30 cubre a Mc123 y b-30 cae muerto. MC123 grita desesperada. La
camioneta se aleja).
No hay comentarios:
Publicar un comentario