Hoy recordé una participación que tuve en la revista Lenguaraz años a de eso, como requisito para publicar en ese número hacían una especie de pregunta que los escritores invitados debíamos responder ¿qué nos dolía?
En esa época había muerto una de mis mejores amigas, me había quedado dormida manejando, me habían asaltado, renuncié a mi trabajo, roto con mi pareja y cuando leí la pregunta conteste algo así como dentro y fuera...
No creí que volverá a sentir felicidad, pero tampoco creí que volviera a sentir esa clase de dolor, aunque no ha sucedido una serie de desgracias como en aquel tiempo, aún así, siento el mismo abatimiento encajado en cada uno de mis huesos, corriendo por mi sangre y latiendo dentro de mí.
En esa época había muerto una de mis mejores amigas, me había quedado dormida manejando, me habían asaltado, renuncié a mi trabajo, roto con mi pareja y cuando leí la pregunta conteste algo así como dentro y fuera...
No creí que volverá a sentir felicidad, pero tampoco creí que volviera a sentir esa clase de dolor, aunque no ha sucedido una serie de desgracias como en aquel tiempo, aún así, siento el mismo abatimiento encajado en cada uno de mis huesos, corriendo por mi sangre y latiendo dentro de mí.
Me contento con escuchar Ane Brun y fingir que leo en una biblioteca espaciosa y con buena iluminación.
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